viernes, 10 de junio de 2011

REESCRITURAS: Take me home tonight (esperando Paul, de Greg Motola)


Reabrimos el blog que nadie lee para traerles una reescritura que no es una reescritura, de una pelicula que ni siquiera nos parecio genial sino, sencillamente, disfrutrable, algo convencional, algo copiona, y tambien algo copada: Take me home tonight, recientemente lanzada para la bajada del pirata, con Topher Grace (That 70s Show), Anna Faris (Scary Movie), un gordito muy gracioso que imita a Jonah Hill y una minita que es igual a Kristen Stewart y que, de hecho, cumple la misma funcion que la amante de los vampiros en Adventureland.

Primero digamos que peliculas como estas están hechas para gilastrunos cusackianos como yo, que según el concepto sencillo pero revolucionario que introdujera Alta Fidelidad –sí, se trata de otra de las películas del género comedia romántica para hombres-, nos dedicamos mas a hablar que a hacer. De hecho, el lema de la película toda es “esta noche no se piensa, se hace”. Melancolias y verdades algo estereotipadas se esconden detrás de esta “justificación critica” (es el héroe, pero la película se encarga de mostrarlo en toda su cobardia) del muchacho sensible, “distinto”. El héroe romantico por excelencia, pero claro, en versión posmoderna, es decir, con algo de sorna. Y con una banda sonora ochentosa que sirve de excusa y atractivo, porque no se hace ningún chiste de los clásicos sobre la era kitsch.

Es decir, todo muy Greg Motola: porque si tomamos la noche descontrolada de los pibes controlados de Superbad, y le agregamos un poquito de Adventureland (el protagonista romanticon y perdido, la minita clonada de Kristen Stewart), tenemos Take me home tonight, que no es sino la reescritura de estas películas de Motola (hasta un gordito gracioso de secuaz hay, che), ambas curiosamente ambientadas en aquellos tiempos de saco arremangado.

Solo que, por supuesto, las de Motola demuestran una “profundidad” (concepto vacio de tan ambiguo) latente en sus superficies de placer, en su genero y su ambientación, que no es sino la profundidad de sus personajes, lejos de la caricatura romantica que si aparece, por momentos, en TMHT: el discurso final de Topher Grace, y la misma necesidad de hacer ese discurso (y esa acción que no develaremos) para congraciarse, digamos que es una convención del género de las menos atrayentes, de las mas, digamos, pedagógicas para con el espectador. Cero de esa profundidad, todo superficie explicita, y un héroe que si había tenido grises, pasa a ser ahora el incomprendido muchacho sensible, demasiado inteligente para funcionar en sociedad, que no lo comprende. Al pedo, porque de hecho toda la película se había encargado de desarmar un poco ese lugar comun llevándolo a lo que ya parece una marca generacional: la clase media posgrado sin horizontes, sin motivaciones, habitando un mundo, unos valores, construido por una generación que ya quedo añeja (ese mundo lo habita el novio de Anna Faris, heredero del imperio del padre y mostrado como un neanderthal total, incluso, y sobre todo, en el momento en que es vulnerado).

Cierto bidimensionalismo atraviesa el film (no se pueden comparar los problemas de nuevo rico de la blonda imitadora de Kristen –llanto aristocratico como el que, tras ver Somewhere, infecto retroactivamente toda la filmografía de Sofia Coppola-, con la Kristen perdida de Adventureland) pero, ¡ah!, el placer de lo esperable. Si Motola demostró, como tantos ya, con su par de películas (hoy correspondía ver Paul, pero lamentablemente no se bajó) que de lo genérico puede hacerse algo sentido, aquí se da un paso atrás, se construye una película desde lugares más comunes, algo que si bien tiene sabor similar (¡y ese discurso!) también tiene su costado feliz: una banda sonora bien ochentosa, mucho menos sutil y mas pegadiza que la de Adventureland (que en verdad es mucho más gloriosa, pero en la superficie mucho menos reconocible), peinados locos, aventuras inverosímiles (esa cosa yanqui) y, claro, comedia gruesa de corte "superbadiana". 


No vamos a plantear una reescritura para otra reescritura: sería decididamente metaposmoderno, o algo así con etiqueta bien esnob, característica de sujetos cusackianos como yo, para siempre etiquetando cosas. Podríamos plantear que Anna Faris podría haber no sido hermana sino amiga y desde ahí plantear un triángulo donde la ilusión de felicidad (el amor puro encarnado en la minita que es igual a la Stewart para Topher, el Neanderthal conservador y lleno de platita que quiere esclavizarla en la cocina para la Faris) deje lugar a la felicidad… o a una porción de felicidad, como dice Laiseca, lo cual se aplica mejor a la realidad y también a la idea de la película reescrita por mí: imperfecta, incompleta, con menos camas elásticas y habilidades sexuales y más monumentales pifiadas como aquellas de Jesse Eisenberg en Adventureland. No  reescribo una reescritura de Motola porque esas dos pelis fueron perfectas. Mejor, simplemente, volver a verlas.

domingo, 27 de febrero de 2011

CONTRA El discurso del rey


Molestan los primeros planos abundantes, que subrayan el dramatismo de todo. Tambien los planos supuestamente ingeniosos, tomas complicadas pero sin ningún tipo de sentido mas que apelar a cierto intelectualismo barato (o celebrar el del director), pues no adicionan ni sentido ni algun tipo de “belleza inútil” al asunto, están allí para ostentar.

Molesta también la música, hecha con el manual del drama serio y artístico, de tonos graves y, obivamente, de un subrayado del sentido absolutamente redundante. Molesta que incluya musica clasica facilmente reconocible, como modo de elevarse a una categoria de arte alto, como reflejo de la intelectualidad impostada, posada, y tambien, a traves del reconocimiento que el espectador hace de esa musica, que se sienta premiado, que se sepa inteligente, y por ende, que el film se convierta en un film inteligente, que el espectador inteligente degusta y desentraña con inteligencia. Muy Hollywood malo, esa pose intelectual que complejiza, eleva y discursiviza un arte que es de imagenes. La escena, entonces, es triste, los rostros aparecen enormemente tristes, y la música es grave. Se trata de una película profunda de temas profundos, queda claro.

Molesta el histrionismo de las actuaciones para el Oscar, siempre hechas de una gestualidad exagerada que demuestra “el trabajo del actor”; nunca del gesto medido y justo, sino de la actuación explicita, casi tan explicita que todo el tiempo genera extrañamiento de la inmersión que, se supone, debe generar la ficción: actuaciones tan grandilocuentes señalan todo el tiempo que se trata de una caricatura, un cuentito. No es casualidad que tantos oscares hayan ido a actores que representaron personalidades reales. Geoffrey Rush no se salva con su versión de Cal Lightman ingles y preguerra, por mas actorazo que sea.

Molesta que el pueblo necesite de “los elegidos” para salvarse de “los remalos”. Molesta que no se inspiren con el discurso de un político, de un sociólogo, o por ellos mismos, sino que aparezca naturalizado en el film que las masas se inspiran a través de una voz legitimada a través de la magia y la supersiticion (el rey recibe su poder de Dios), una voz que ni siquiera es genuina, porque habran notado, el rey no escribe su discurso sino que lo lee. Al parecer lo único que nos separa de la barbarie es una elite iluminada cuya voz mágica, no la razón o la rebeldía, moviliza al “emotivo” pueblo para actuar según los intereses reales, que, dicen, son los de ellos, los de la plebe. Que no se juegue la carta dicotómica y se diga que esto es una defensa del totalitarismo hitlerista: pero mistificar y demonizar la realidad oculta las causas, no educa a los pueblos a defenderse sino que los convierte en manipulables (quizás sea el objetivo). En este apartado, recomiendo la lectura del libro de Graziano “Hitler gano la guerra”, o del documental “Why we fight”, que exponen las causas verdaderas detrás de las guerras.

Molesta también la caricaturización de todo el discurso del film, que termina el proceso de subrayado del sentido y subestimación de la audiencia comenzado con las cuestiones técnicas. Aca los buenos son rebuenos y los malos son remalos. Churchill parece salido de Condorito y Hitler aparece presentado como el Guason. Y los rebuenos son los que tienen que salvarnos de los remalos: se pone de manifiesto rápidamente que se trata de un film norteamericano disfrazado de una película inglesa (la productora es yanqui, despues de todo). Y los yanquis son los rebuenos que nos salvaron de la barbarie. Si resulta sugestivo este análisis, mas alarmante es la traspolacion a la realidad actual de los últimos dos elementos analizados (el discurso mágico del rey y el discurso maniqueo del film): es imposible no ver el rol de salvadores de la humanidad, de defensores de la civilización, en que se ponen los verdaderos autores del film, los norteamericanos, discurso que hoy en dia los habilita a conducir sus guerras hambrientas de petróleo por el Medio Oriente; también resulta terrible leer entre líneas el rol que, dentro de ese pueblo elegido (no se olviden que ellos se consideran los elegidos por Dios para habitar el Nuevo Mundo, America), tiene la clase alta: ellos son “los iluminados” (Illuminati, anyone?) que guian el camino y velan por el interés de los débiles e ignorantes del pueblo (en lugar de educarlos, claro). A través de este tipo del film, que legitima una visión aristocratizante, eugenésica del mundo (como El Rey Leon, casi), que naturaliza que el poder se concentre en pocas manos, que convierte a los poderosos en semidioses, a través de este tipo de discursos ocultos en “dramas serios”, seguramente recolectores de Oscar, es que la población sigue alimentándose de mitos en lugar de encargarse de ser capaces de visibilizar los hilos invisibles que los mueven y modificar asi su posición absolutamente sometida e ignorante. Nos vamos a tragar este buzon?

viernes, 3 de diciembre de 2010

Quien se ha llevado mi Machete?


Machete, la ultima de Robert Rodriguez, es un film delicioso, si. No se trata de la esperada obra maestra, y hubo algun rostro algo desilusionado a la salida, pero funciono. Sin embargo, a dos dias de su visionado, las dudas se transformaron en certezas y se planteo que quizas se tratara de un film mercenario, para nada genuino, sin vitalidad, y que de alli provenia cierta desidia narrativa a la hora de volar todo (se podria decir que en Machete todo vuela, pero predeciblemente), cierto desparpajo de manual. 

Machete promete. Desde su fantastico trailer, que aparecio en Grindhouse, hasta sus minutos iniciales. Pero despues de un inicio a todo motor, Steven Seagal desaparece, demostrando que lo suyo era figurar.

La trama se vuelve no solo predecible, sino, peor, una trama acorde a los marcos habituales del genero de accion. Todo muy racional, muy lineal. La imagen acompaña a la pelicula en su estancamiento: no se ve ningun procedimiento que muestre la materialidad del cine en descomposicion (es decir, el propio celuloide dañada, apoyando la logica del cine como ficcion pura y por ende como una creacion ludica) como sucedia constantemente en Grindhouse; y lo que es peor, las imagenes absolutamente alocadas que prometia el trailer aparecen aqui por rigor (es decir, porque ya habian aparecido en el trailer), casi forzadas en el contexto de una estetica casi realista, hasta con comentarios sociales, aunque a veces parodiados (mas alla de algunos excesos -como los cortes de cabeza- que se asemejan mas a gestos que a otra cosa, gestos cool, de referencia al cine gore, en lugar de ser cine puramente gore, corrosivo). Lejos esta de la estetica gremliniana de absoluto desparpajo y destruccion (destruccion de cuerpos, destruccion del cine) que disfrutamos en Grindhouse. Mucho mejor resulta Planet Terror que esta Machete divertida, pero que parece delatar cierta cualidad mercenaria de su creador, que vio que habia ganancia en aquel trailer y lo hizo pelicula casi con desidia, repitiendose y siguiendo cierto manual posmoderno. Para recaudar un poco mas, Don Rodriguez cometio otro error (el ultimo que puntualizaremos) al convocar a Jessica Alba y Lindsey Lohan, dos minitas que estaran refuertes pero solo agregan mojigatez y referencialidad pop al film. Mucho mas carnosa y sugerente resulto la eleccion de la McGowan para Planet Terror. Pero no se trata de no mostrar (Rose tampoco enseñaba): aqui el error no es solo en el casting sino en las eleccion del director que, como si de una pelicula de cable se tratara, en lugar de mostrar el sudor y el manoseo que esperamos de Machete, aleja hacia arriba la camara de la pareja que se desviste y corta, en el procedimiento mas mojigato y falto de imaginacion y sugerencia que ha dado el cine. Lamentamos verlo en un director que habia demostrado tanta vitalidad como Robert Rodriguez. Lamentamos ver todos estos procedimientos banales, toda esta estetica esteril de tanta previsibilidad, que no hacen mas que quitarle sabroson a lo que podria haber sido el film subversivo del año.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Fish Story: preludio a 2011, el primer año sin 20th Century Boys


Bueno. 2011 sera el primer año post-centuryboysiano, como explique a algunos por mail. La categoria resulta a priori sospechosa, por irrelevante y porque no define nada sobre la era actual, sino que simplemente la declara posterior a la era anterior.

 En principio, la categoria podra ser irrelevante para la mayoria, sin embargo se encuentra revestida de una importancia crucial para mi. 20th Century Boys fue para mi no solamente 10 años de mi vida (lo cual abarca, en realidad, toda mi vida conciente), compañera de soledades y emociones; significo tambien y sobre todo, en menor medida un redescubrimiento de los generos bajos, una apertura a nuevos mundos del manga y de las aventuras lejano al prejuicio, y en una escala mayor, un redescubrimiento del poder de la ficcion y de la humanidad creadora. La proxima vision de la tercera parte de la trilogia de peliculas supondra el fin, entonces, a una etapa mia de reinvencion de categorias, todas ellas afectadas por los veintitantos volumenes de gloriosas conspiraciones, persecuciones, amores y giros mayusculos.

 Por otro lado, la categoria post-centuryboysismo, es cierto, no define nada sobre la actual era, la que comenzara en 2011. Pero hay detras de ello una razon de ser: simplemente no se que se esconde detras del horizonte de fin de año.

 Increiblemente, por cuestiones que uno a veces no puede sino relacionar al destino, escapando un poco de las obligaciones libristicas le puse play a una de las toneladas de peliculas que tengo bajadas esperando el veranito: Fish Story.

 Resulto ser el puntapie inicial perfecto para la nueva etapa.

 Fish Story no puede ser sino una reescritura de 20th Century Boys: trata sobre el fin del mundo, los heroes que a el se enfrentan, y la musica que los acompaña y los salva. Se compone, como aquella, de diversos personajes en diversas lineas temporales, moviendose de una a otra a traves de una estructura episodica similar a la del folletin y, por ende, a la del manga original.

 Hasta aqui, podria ser una copia que se aprovechase del exito de la trilogia. Sin embargo, la pelicula funciona mas bien como el anverso, como la contracara de las carisimas peliculas industriales que adaptaron el manga y en el camino dejaron atras cierta simpleza y humanidad. Grandilocuencia: las adaptaciones son buenas, son fieles (algo que importa absurdamente a los fanaticos como yo), pero no se comparan con la experiencia de leer la historieta, una experiencia que genera piel de gallina constantemente. De hecho, por momentos da la sensacion de que, sin la historieta, los films no tendrian demasiada epicidad, demasiada gracia.  

 Entonces, que hace Fish Story? Recupera el nucleo humano de la obra original: los personajes. Ata cabos, arma una estructura economica y atrapante que conduzca a un final. Y tambien, se rie por momentos de si mismo: porque en el centro del film no hay rock clasico y valores humanistas clasicos, sino punk, individuos divididos y una esperanza siempre, siempre postergada de justicia. No hay intento de recuperar la bandera de la amistad, de los valores modernos, sino una desgarradora y sutil perdida de valores y el deseo de que un grito de musica pueda, de algun modo (obviamente, caricaturizado para fines aventureros) mejorar ese mundo de muchachones cobardes, perdidos. 

 Fish Story se sabe lo que su titulo sugiere: una historia exagerada sobre la musica como salvacion. Y entonces se dedica a jugar con la nocion, a exagerar y a declararse exagerada. Pero no se pierde en el gesto bizarro, sino que huye de el, hacia un tono realista y cerca del intimismo, preocupada por sus personajes, por sus problemas. Aunque el tema Fish Story salve, efectivamente, al mundo, la musica ya habia salvado sus vidas mucho antes.

 De alguna manera, este film que se constituye necesariamente como constraste de 20th Century Boys (la trilogia) es una mejor adaptacion del espiritu de la historieta que los films son (lo cual demuestra que uno se preocupa por una absurda fidelidad de la trama en lugar de por cosas mas importantes). Y esta reformulacion de los temas humanistas de 20th Century Boys en clave anticlasica, posmoderna y punk no deja de ser el preludio perfecto para el primer año de mi vida que no se vera afectado por la maginifica obra de Urasawa, a quien comienzo a despedir como se despide a un hermano que se va de viaje.


martes, 23 de noviembre de 2010

SCOTT PILGRIM vs. toda una cultura de la tristeza


Bueno, sin dudas se trata del suceso indie del año. Con todo lo malo que eso trae aparejado: la afectacion del incomprendido, las bandas sonoras llenas de los 40 principales segun pitchfork, que se yo, toda esa mierda que ya cansa un poco, del tipo que quiere adoptar a un bebe de China o del que se la pasa persiguiendo a la minita que escucha The Smiths.

Algo de eso habia en la historieta, y tambien hay en la pelicula: por suerte en ambas toda esa nueva sensibileria (el nuevo melodrama) es licuada (con un sinfin de citas geek) y convertida en un mejunje fluorescente, en un motivo para festejar y no para llorar: los parias y toda su cultura se vuelven en Scott Pilgrim (version papel y version film) destructivos, recuperan el rocanrol donde habia, cada vez mas, poses de tristeza melodica. La clave es, desde ya, el humor, que corrosiona el mencionado complejo de superioridad de las culturas alternativas.  

Una introduccion larga para lo que sera una reseña mas bien corta. E inutil, porque incluye una comparacion con el original (la historieta de Bryan O’Malley) que no tiene mas sentido que el del regocijo en la referencialidad pura, algo tan siglo XXI. Scott Pilgrim es un gran film. En principio, porque la eleccion de Edgar Wright para la direccion fue perfecta: la historieta jugaba constantemente con los generos, las parodias y los homenajes y los cruces y los mejunjes, algo para lo que Wright ya habia demostrado grandiosa habilidad en una serie fundamental, Spaced, y luego en sus gloriosas Shaun of the Dead y Hot Fuzz. En el film, el humor “rarito” de la historieta (adaptado por momentos verbatim) se combina a la perfeccion con el humor seco, sorprendente y vital de Wright (que mientras tanto, escribe el guion para Tin Tin: la pego). Esta combinacion perfecta convierte, en primera instancia, a Scott Pilgrim en lo que quiere ser: antes que un suceso para un monton de pibes adivinando chistes secretos, una pelicula divertida, con momentos absolutamente del-orto. Y otros no tanto.

Claro, era obvio. Nunca falta la objecion. Porque Wright adapta maravillosamente el maravilloso primer volumen, pero el resto se ve triturado, por logica falta de tiempo. Pero sobre todo porque visualmente la pelicula comienza siendo brillante, divertida e innovativa, sorprendente en cada eleccion, pero termina siendo repetitiva: repetitiva en el estilo en que se desarrollan las peleas (mientras la historieta parodiaba a los fichines pero tambien al manga –gran influencia-, al cine y a otros demases, el film convierte casi toda pelea en un homenaje al fichin); repetitiva en las invenciones visuales. Y hacia el final, entonces, cierta anarquia festiva se diluye: todo se condensa en una escena metaforico-explicativa que ralentiza el ritmo notablemente, la locura se torna obviedad y sobre todo, esto dura bastante, se estira el final. Los ojos llorosos de Ramona forman un primer plano efimero y perfecto, pero entre eso y el inicio de la pelea final tenemos un monton de palabrerio sensibiloide, alguna bajada de linea y muchas ideas visuales ya vistas (el desierto, la pelea tipo arcade –esta, repetida literalmente-) y un desenlace (previo al epilogo mencionado) absolutamente de rigor, que da la sensacion de haber sido escrito con desidia, con el manual abierto y todos los lugares comunes del "aprendizaje" recorridos con poca imaginacion, casi como una rutina por el director, que pareciera decirnos "bueno, se acabo la diversion (y la pelicula), ahora vamos a cerrar todo y listo". En este contexto, ciertas resignificaciones funcionan, pero otras no. Ciertos dialogos funcionan, pero otros se extienden en el vacio, resuenan a formula. Y nada es explosivo, como ocurriera en la mejor narrativa epica guitarrera hasta la fecha, la gran, la brillante, la verdaderamente imbatible FLCL (de la cual tanto historieta como pelicula toman prestado), con aquella banda sonora tambien demasiado increible.

Si, el final es flojo. Pero el resto del film es buenisimo, con momentos cercanos a la genialidad, si la estupidez puede llegar a ser genial (como los muchachos de Jackass nos recuerdan siempre). Y se celebra el regreso a una banda sonora que sea indie y pueda incluir rock guitarrero epico y desaliñeado (es bueno escuchar a T-Rex, saber que nuestros protagonistas odian a los llorones de Crash y sus muchachos, autores de “Estoy tan, tan, tan triste” y “Te odio tanto”, verdaderas gemas, y que los Stones suenen solo para infamar a Jason Schwartzman haciendo de garca) y “bandas que apestan” (como la banda protagonista). Hay una verdadera reinvencion (que ya estaba en la historieta) de toda una cultura de espiritus tristes y corazones rotos, una reinvencion guerrera que se respira en las elecciones musicales, que le devuelve a la juventud ese deseo vital de romper cosas, de romperse cosas, ese sentimiento de invencibilidad rayana con la idiotez y la ebriedad. Porque como lei ayer insomniando en twitter (uno se queja de las moditas y despues...), “vivimos una década equivocados, pensando que Nirvana era el futuro. no, nene, el futuro es Pavement. Exisitiendo Pavement, la gerencia no se hace responsable de la escucha de bandas de mierda como Radiohead”.


EXTRAS!

Algo de T-Rex



Algo de FLCL, musicalizado por los Pillows


escena del episodio 4, si mal no recuerdo (no me deja embedear)


Algo de Pavement





lunes, 15 de noviembre de 2010

Un buen dia

Cuanto sabemos de las peliculas a partir de los trailers? En general, nada, nos venden algo llamativo y colorido que en general tiene poco que ver con el film. De hecho, sospecho que cuando mas tiene que ver la publicidad con la pelicula, mas predecible, mas categorizable, sera el film. No importa. No se trata de inventar tesis, sino de denunciar una pelicula entera a partir de su trailer. Exagerado? Vean por ustedes mismos....

http://www.youtube.com/watch?v=7e3xIE5QDlw

Es buenisimo. Es totalmente genial. "Yo tambien tuve mi primer amor... solo que a mi... (se quiebra) no me duro...". Es buenisimo.

...hay ciertas cosas que generan tantos sentimientos que las palabras se amontonan como en la boca de un embudo, sin poder salir. Quien financio este proyecto? Por que actuan tan mal los actores? Por que todo es tan berreta? La primera vez que vi la cola (para colmo, se trata de una pelicula con bastante publicidad, asi que la cola ya la he visto varias veces) pense en la mitad: falta Andrea del Boca. Quien aparece luego? Andrea. Nicolas del Boca (hermano? hijo?) dirige. Otra Del Boca, ademas, es la productora.

El genero telenovela mala de la tarde, con su melodrama barato, declamativo y sentimentalista, no merecia un homenaje. Pero lo peor es que no se trata de un homenaje; tampoco de una parodia (piensen lo bien que funcionaria la pelicula si en lugar del actor principal estuviera Capusotto). Se trata de una pelicula convencida de que es buena, de que esas frases totalmente melosas y trilladas, dichas sin verguenza una atras de otra, ese confesionalismo tonto y vacio, esa conjuncion de lugar mas que comunes, son lo que deberia ser el cine, son lo que deberia ser la ficcion. Y para colmo tenemos que asisitir a que se piense transgresora, por el estupidismo chiste metalinguistico del final. Uno puede imaginar al guionista/director pensando "que groso soy, hago una referencia al film dentro del film, jo". Es evidente que el grupo creador detras de esto no ve demasiado cine, y si, sin desmerecer un genero que tiene todo para ser genial (aunque suele no serlo, por estas cosas), demasiadas de esas telenovelas de la tarde que dan por telefe.

...Es decir: la verdad, la verdad... no parece en joda el trailer?

miércoles, 27 de octubre de 2010